febrero 26, 2021 2 lectura mínima 1 Comentario
Lo que parecía imposible hace diez años es la norma del mañana. Tal declaración se repite actualmente en la política de drogas tailandesa. El gobierno militar se ha abierto por primera vez en cuatro décadas a la siembra, fabricación y distribución de productos derivados de las plantas de cannabis y sus derivados. Las nuevas leyes han entrado con fuerza en una sociedad acostumbrada al consumo de cannabis desde hace al menos 1.000 años.
Tomando esto en perspectiva, la prohibición sería solo un breve e incómodo paréntesis, que los tailandeses olvidarán tan rápido como olvidaron los beneficios de la ganja ancestral.
Prueba de esta cultura milenaria es el restaurante "Ganja Ros", que se traduce como "Sabor a Ganja". Su ubicación no puede ser menos peculiar: se trata de la cocina de un hospital en la provincia de Prachin Buri, a 160 km de Bangkok. Abrió sus puertas en enero de 2021, con un menú equilibrado y saludable, que incluye hojas de cannabis fritas en sándwiches, carnes con albahaca y hojas de ganja, todo ello rebozado con pan de cáñamo. Aunque es importante mencionar que su comida no contiene THC eufórico, solo niveles medios de CBD, CBG y otros cannabinoides.
Tailandia es actualmente el único país del sudeste asiático que ha relajado sustancialmente su política prohibicionista. Se centra en las aplicaciones medicinales del cannabis tailandés, con una fuerte participación y supervisión del estado. El sistema estatal no solo se queda con la parte del león de las ganancias, sino que también planea autorizar el autocultivo solo bajo la condición de monopolizar su compra y procesamiento.
A pesar del monopolio estatal, más de 700 empresas e individuos han obtenido licencias para distribuir, procesar o plantar cannabis. Este es un hito sin precedentes en la historia de Tailandia y de su región. El mercado de cannabis tailandés podría tener un valor de alrededor de $ 2 mil millones, gracias a un clima invaluable y la reputación de sus cepas.
Este incentivo económico no pasó desapercibido para los poderosos tailandeses que, como la mayoría de las economías del mundo, están ansiosos por una oportunidad de inversión de esta magnitud.
Quedará por ver si otros países de la región siguen su ejemplo, pero, sin embargo, es una fuerte señal para los gobiernos y los pueblos de Asia de que el cannabis será una fuerza a tener en cuenta en el futuro comercio mundial.
Este artículo ha sido escrito y publicado originalmente en nuestra revista asociada Cannabis. Somos Cannabis. Para obtener más detalles, consulte nuestro artículo sobre Colaboración de contenido aquí.
Los comentarios se aprobarán antes de mostrarse.
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Martin S
febrero 27, 2021
Wow, unexpected. I
guess the desire to make money is above their desire to control
freedom. People that will smoke, will change that✌🏻